Boletín de la sociedad parisiense de estudios espíritas
Viernes 29 de julio de 1859 (Sesión general)
Lectura del acta y de los trabajos de la última sesión.
Comunicaciones – Han sucedido hechos curiosos de previsiones de muerte y de avisos del Más Allá, uno con los Sres. de Chamissot y de Brunoy –emigrados que residían en Coblenza en 1794–, y otro con la Sra. condesa Ch... (Serán publicados.)
Observaciones microscópicas y analíticas de la materia de la escritura directa. (Ver el número del mes de agosto de 1859.)
Lectura de una carta en respuesta al envío de la evocación del Sr. J... (del Departamento del Sarthe), hecha en la sesión del 22 de julio.
Estudios – Preguntas complementarias relativas al reposo de los Espíritus. Las respuestas no parecieron de manera alguna a la altura del Espíritu evocado, cuya claridad y precisión habituales no han sido reconocidas. Como dichas respuestas no dan una solución satisfactoria, la Sociedad no las tiene en cuenta.
Preguntas dirigidas a François Arago con respecto a las respuestas equívocas anteriormente referidas. Él dice que el Espíritu que ha respondido no era aquel que se había llamado. Este Espíritu –agrega él– no es malo, pero es poco adelantado e incapaz de resolver ciertas cuestiones. Lo han dejado contestar para que vosotros os ejercitéis en la apreciación de las respuestas y para darle a él mismo una lección.
Preguntas realizadas al mismo Espíritu François Arago sobre el análisis químico de la materia de la escritura directa.
Más preguntas hechas al mismo Espíritu acerca de las tempestades y sobre el papel de los Espíritus en los fenómenos de la Naturaleza. (Publicadas en el número de septiembre.)
Segunda evocación del Sr. J... (del Sarthe), conforme la carta relatada anteriormente. (Publicada en el número de septiembre, con el título: Muerte de un espírita.)
Evocación de Jacques Arago. (Será publicada.)
Viernes 2 de septiembre de 1859 (Sesión particular)
Lectura del acta y de los trabajos de la última sesión.
Asuntos administrativos – Presentación y admisión de dos nuevos miembros titulares y de un miembro corresponsal en Madrid.
Comunicaciones – Carta del Sr. Det..., miembro de la Sociedad, en la cual cita un pasaje notable, extraído del Tableau de Paris, de Mercier, edición de 1788, tomo 12° intitulado: Espiritualistas. Este pasaje constata la existencia, en aquella época, de una Sociedad formada en París, que tenía por objeto las comunicaciones con los Espíritus. Proporciona así una nueva prueba de que el Espiritismo no es una creación moderna y que era aceptado por los más eminentes hombres. (Publicada en el próximo artículo.)
Al respecto, el Sr. S... hace observar que alrededor de esta época un señor llamado Martinez Pascalis había fundado la secta de los Martinistas, los cuales también afirmaban entrar en relación con los Espíritus, por medios que los iniciados se comprometían a mantener en secreto.
Carta del Dr. B..., de Nueva York, que agradece a la Sociedad el título de corresponsal que Ella le ha otorgado, el cual da interesantes detalles en lo tocante a la explotación mercantil del Espiritismo en América.
Comunicación de varias cartas del Sr. Dumas, de Sétif (Argelia), miembro titular de la Sociedad, que contienen un gran número de evocaciones, de las cuales varias ofrecen un serio interés desde el punto de vista del estudio. Ellas constatan que varios médiums se han desarrollado en aquel país y que el Espiritismo es allí objeto de una gran preocupación. Entre los hechos que cita se destaca particularmente el siguiente: Un carbonero semianalfabeto, al intentar escribir como médium, obtuvo al principio solamente trazos irregulares con los cuales llenó sucesivamente seis páginas; habiendo tenido la idea de colocar esas páginas una después de la otra, se verificó que todos esos trazos concordaban entre sí y formaban un conjunto. Después, esta misma persona escribió páginas enteras con una gran facilidad, pero la redundancia, la excesiva extensión y la naturaleza de ciertas comunicaciones hacen temer una obsesión.
El Sr. Allan Kardec relata un hecho de manifestación espontánea que se produjo en su casa en una reunión y en circunstancias notables. La princesa S..., presente a la reunión, manifestó el deseo de evocar al Dr. Beaufils, médico suyo, muerto desde hacía siete u ocho meses; tres médiums, entre los cuales se encontraba la hija de la princesa –que es muy buena médium–, fueron tomados por movimientos convulsivos violentos, quebrando los lápices y rasgando el papel. Intimado a identificarse, y después de mucha vacilación, el Espíritu expresó que no se atrevía a decir su nombre. Acuciado con las preguntas, él respondió que sabían su nombre por los diarios: que era un miserable y que había matado; que era el empleado de la carnicería, el asesino de la calle de la Roquette, ejecutado recientemente. Al ser interrogado sobre los motivos de su presencia sin haber sido llamado, dijo que había sido enviado por otros Espíritus, a fin de convencer a los médiums de que no escribían su propio pensamiento; termina rogando que se orase por él, porque se arrepiente de su conducta y porque sufre mucho. Con la promesa que le fue realizada de acceder a su deseo, y después de haberle sido dado algunos consejos, se retiró. Entonces vino el Dr. Beaufils, el cual respondió con mucha calma y lucidez a las diversas preguntas que le fueron dirigidas.
En efecto, esta comunicación es una prueba manifiesta de la independencia de los médiums, porque todos los miembros de la reunión estaban preocupados con la evocación del doctor, y nadie pensaba en aquel hombre que vino a sorprender a todos al manifestarse con signos idénticos a tres médiums diferentes, que no tenían en manos ni cartones, ni tablitas.
Lectura de una comunicación espontánea obtenida por el Sr. R..., miembro de la Sociedad, sobre la antigüedad de las creencias espíritas, y los vestigios que las mismas han dejado en todas las religiones. (Publicada más adelante.)
Estudios – Evocación de Privat d’Anglemont. (Será publicada.)
Evocación del avaro millonario de Lyon, conocido con el nombre de padre Crépin. (Será publicada.)
Viernes 9 de septiembre de 1859 (Sesión general)
Lectura del acta y de los trabajos de la última sesión.
Comunicaciones – Lectura de una comunicación espontánea obtenida por el Sr. vizconde de H..., médium recientemente desarrollado, y transmitida en Lille por el Sr. D..., miembro de la Sociedad. (Será publicada.)
Lectura de una comunicación espontánea de Lamennais, obtenida por el Sr. R..., miembro de la Sociedad. (Será publicada.)
Otra comunicación espontánea ha sido obtenida por este mismo médium, dictada por el Dr. Olivier, Espíritu que se ha presentado sin ser llamado. Esta comunicación ha sido muy notable por lo siguiente: muestra a este Espíritu en una situación idéntica a la de Voltaire, tal como este último la describió en sus Confesiones publicadas en la Revista del mes de septiembre. Él duda de todo, incluso de Dios; errante, no encuentra a nadie para esclarecerlo, lo que lo deja en una ansiedad cada vez más penosa porque no ve su término. Las palabras de consuelo que le dirige el médium parecen ser para él un rayo de luz y un alivio. Él se propone a regresar. (Se publicará.)
El Sr. Allan Kardec relata un hecho notable de obsesión, por parte de un Espíritu brutal, antiguo carretero, sobre la persona del Sr. V..., muy buen médium. Además, este hecho confirma la posibilidad de lugares frecuentados por ciertos Espíritus. (Será publicado.)
Los Espíritus perturbadores de Madrid: relato –sin comentario– de un hecho informado por un periódico de Madrid, con respecto a una casa de esta ciudad, cuyos ruidos y alborotos nocturnos la volvían inhabitable, y contra los cuales las investigaciones y medidas de la policía hubieron fracasado.
Estudios – Preguntas sobre la avaricia, a propósito de la evocación del padre Crépin, de Lyon. (Serán publicadas a continuación de dicha evocación).
Evocación de Privat d’Anglemont, 2ª conversación. (Será publicada.)
Evocación del Sr. Julien S..., hecha a pedido del Sr. B., de Bouxhors.
Evocación del Sr. Adrien de S..., hecha por un asistente, ajeno a la sesión. Esta evocación, aunque tenga un interés totalmente personal, ofrece un rasgo característico en lo tocante a la influencia ejercida por los Espíritus errantes sobre los Espíritus encarnados.
La cripta de Saint-Leu. Al buscar la sepultura del gran canciller Pasquier en la Iglesia de Saint-Leu, en París, el 27 de julio de 1859, los obreros que perforaron la pared encontraron debajo del coro una cripta de 5 metros de largo, por 4 de altura y 2 de ancho, herméticamente cerrada por una losa. En esa cripta se encontraron quince a veinte esqueletos sin ataúdes y en diferentes posiciones, lo que indicaba que no habían sido enterrados. En la pared se encontraba grabado lo siguiente, con un instrumento puntiagudo: Marvé, 1733; Chenest, 1733; Marx, monaguillo, 1727; Charles Remy, 1721; Gabriel, 1727; Thiévan, 1723; Maupain, 1728 y varios nombres ilegibles.
Preguntaron al Espíritu san Luis si era posible evocar a uno de los Espíritus cuyos nombres se encontraban en esa cripta, a fin de obtener esclarecimientos sobre este descubrimiento. Él respondió: «Os aconsejo a dejar esto a un lado; hay crímenes en este asunto, el cual es demasiado reciente como para exhumar algo relacionado al mismo.»
Verteuil, antiguo dramaturgo y actor del Théâtre de la Cité (Teatro de la Ciudad). Era un joven de ingenio, de una belleza notable y que tenía una gran fortuna. En poco tiempo perdió todos sus haberes y se fue a la bancarrota; después perdió la voz, la audición y la visión. Murió en Bicêtre, donde permaneció veinte años sordo, mudo y ciego, no recibiendo comunicaciones sino cuando le trazaban los caracteres en la palma de la mano; entonces, respondía por escrito. Esta posición excepcional parecía ofrecer un interesante tema de estudio psicológico. El Espíritu san Luis, consultado al respecto, respondió: «No lo evoquéis, él está reencarnado.» Enseguida proporcionó diversas informaciones sobre los antecedentes de este joven, y acerca de las causas y de las circunstancias de su enfermedad. (Para los detalles de esta conmovedora historia, ver La Patrie [La Patria] del 26 de julio de 1859).
Evocación del antiguo carretero, de cuyas comunicaciones ya hemos dado noticia. Él se manifiesta por señales de violencia, quebrando los lápices que clava en el papel con fuerza, y escribe con una letra gruesa, irregular y poco legible. Esta evocación presenta un carácter notable, sobre todo desde el punto de vista de la influencia que el hombre puede ejercer en ciertos Espíritus inferiores a través de la oración y de los buenos consejos. (Será publicada.)
Viernes 16 de septiembre de 1859 (Sesión particular)
Lectura del acta y de los trabajos de la sesión del 9 de septiembre.
Comunicaciones – Lectura de un artículo de L’Illustration (La Ilustración) de 1853, comunicado por el Sr. R..., e intitulado Las mesas voladoras. Este artículo constata, según el diario ruso Sjévernava Plschelà (La Abeja del Norte) del 27 de abril de 1853, y conforme los documentos suministrados por el Sr. Tscherepanoff, que el fenómeno de las mesas giratorias es conocido y practicado desde tiempos inmemoriales, en China, en Siberia y entre los calmucos de Rusia meridional. Principalmente entre estos últimos, ese medio es usado para encontrar objetos perdidos. (Publicado más adelante.)
El Sr. Dorgevaldirige a la Sociedad un poema intitulado Uranie (Urania), del Sr. de Porry, de Marsella, en el cual los puntos fundamentales de la Doctrina Espírita son claramente enunciados, aunque en la época en que el autor lo ha hecho no tenía ninguna noción de esta ciencia. Lo que no es menos digno de nota es que el Sr. de Porry parece haber escrito su poema por una especie de facultad medianímica; ha sido a la noche, en somnolencia, que los versos se formaban en su pensamiento, y él los ha escrito al día siguiente, al despertarse. Ha sido realizada la lectura de varios fragmentos de este poema, el cual será publicado en la Revista.
Carta del Sr. P..., de Marsella, que contiene una comunicación de un Espíritu que se hace conocer con el nombre de Pablo, y otra de san Luis, notable por diversas respuestas de una gran profundidad.
Lectura de una comunicación espontánea dada al Sr. R..., miembro de la Sociedad, por el carnicero asesino de la calle de la Roquette, cuestión que hemos tratado en la sesión del 2 de septiembre, el cual se interpuso en una reunión que tuvo lugar en la casa del Sr. Allan Kardec. Este Espíritu vino a agradecerle por haber orado por él, conforme había pedido. Esta comunicación es notable por los buenos pensamientos que encierra, y derrama una nueva luz sobre la asistencia que puede ser dada a los Espíritus que sufren. (Será publicada.)
Estudios – Se ha preguntado al Espíritu san Luis si, independientemente de los temas elaborados con anticipación, los Espíritus consentirían en dar comunicaciones espontáneas sobre un asunto de su libre elección. Él ha respondido afirmativamente, diciendo que César escribirá la próxima vez por intermedio del Sr. R..., y con el consentimiento de este último.
El Sr. Col..., presente en la sesión como oyente, pregunta si se le permite hacer la evocación de su hijo, cuya muerte es para la madre una causa de dolor que nada puede aliviar. Como al día siguiente tiene que encontrarla, desearía relatarle la conversación como elemento de consuelo. Al ser esta evocación de un interés meramente personal, no será publicada.
Examen de la teoría del Sr. Brasseur sobre los médiums. Él considera los cartones, tablitas y otros instrumentos como los únicos médiums verdaderos, que clasifica de médiums inertes, teniendo en cuenta que –dice él– en los médiums animados hay siempre más o menos participación del pensamiento personal. Varios miembros toman parte de la discusión y concuerdan en oponerse a la opinión del Sr. Brasseur, fundada –dicen ellos– en una observación incompleta, ya que la independencia absoluta del médium animado ha sido probada por hechos irrecusables. Uno de los argumentos que se opone al Sr. Brasseur es de que los cartones y las tablitas nunca han hablado por sí solas, de donde se deduce que no son más que instrumentos o, como ya se ha dicho, apéndices de los cuales se puede prescindir: es lo accesorio y no lo principal. La tablita provista de lápiz e influida por la persona, no es más médium que el lápiz colocado directamente en la mano de la persona.
El Sr. Sansón procede a la lectura de algunos versos que ha hecho en honor a san Luis y en agradecimiento a la cura de la cual él ha sido objeto. Como no se reconoce poeta, pregunta cuál ha sido el Espíritu que ha inspirado esos versos. Se le respondió que ha sido el suyo, compenetrado de un justo reconocimiento por aquel que alivió sus dolores.
Evocación de Swedenborg. A la evocación hecha por el Sr. Allan Kardec, aquél responde: –Hablad, viejo amigo mío. –Me honráis con el título de vuestro viejo amigo, y sin embargo estamos lejos de ser contemporáneos; solamente os conozco por vuestros escritos. –Es verdad, pero yo os conozco desde hace mucho tiempo. –Desearíamos dirigiros algunas preguntas sobre diversos puntos de vuestra doctrina, pero considerando la hora avanzada, nuestro objetivo es sólo preguntaros si tendríais a bien hacerlo en la próxima sesión. –Resp. Con placer. Permitidme, desde hoy, hacer una corrección en mis escritos, corrección importante para mí. Cuando escribí mi doctrina, yo creía, según los consejeros del mundo celestial que la dictaban, que cada pueblo se encontraba en el cielo en una esfera separada, y que el carácter distintivo de cada nación reaparecería aún, no por individuos, sino por grandes familias. La experiencia me convenció de que esto no es así.
–¿No hay también otros puntos discutibles? –Resp. Sí, muchos otros, pero éste es uno de los más importantes.
–Tenemos aquí a varios médiums; ¿preferís alguno para comunicaros con nosotros? –Resp. No..., mejor dicho, sí: yo elegiría a un médium mecánico, como vos lo llamáis, y a la vez rápido.
Viernes 23 de septiembre de 1859 (Sesión general)
Lectura del acta de la sesión del día 16 de septiembre.
Presentación de cuatro candidatos como miembros titulares. La admisión de los mismos será discutida en la próxima sesión particular del 7 de octubre, y decidida si fuere procedente.
Comunicaciones – Lectura de una carta de Ruán, que narra un hecho auténtico ocurrido en la familia de la persona que escribe, sobre la aparición de su abuela en el momento de la muerte.
Otro hecho reciente de aparición y de aviso del Más Allá. El Sr. D..., doctor en Medicina, de París, había tratado durante algún tiempo a una joven que tenía una enfermedad incurable y que, en ese momento, no vivía más en París. Hace más o menos quince días, el Dr. D... fue despertado por golpes efectuados en la puerta de su dormitorio. Creyendo que venían a llamarlo para atender a un paciente, preguntó: ¿Quién es? En ese mismo instante, él vio aquella joven de pie delante de él, la cual le dijo en un tono de voz muy claro: «Soy yo, Sr. D...; vengo a decirle que he muerto.» Al examinar las informaciones, verificó que esta joven había muerto en la misma noche de su aparición.
Ha sucedido un hecho curioso de separación momentánea entre el alma y el cuerpo, hace algunos días, con el Sr. C., médium de la Sociedad. (Será publicado con la explicación dada por los Espíritus.)
Lectura de una comunicación notable dictada por el Espíritu Privat d’Anglemont al Sr. Ch..., médium de la Sociedad. (Será publicada con las otras comunicaciones del mismo Espíritu.)
Estudios – Tres comunicaciones espontáneas habían sido prometidas para esta sesión: una de César, una de Swedenborgy otra de Privat d’Anglemont. Han sido escritas simultáneamente por tres médiums diferentes, todos mecánicos.
Diversas preguntas son luego dirigidas a Swedenborg sobre algunos puntos de su doctrina, que él reconoce erróneos. Previamente se hizo la lectura de una nota biográfica sobre el mismo, preparada por la Sra. P., miembro de la Sociedad. (Serán publicadas).
El Sr. Det..., miembro de la Sociedad, había preparado sobre César una serie de preguntas muy interesantes; pero las explicaciones espontáneas dadas por este Espíritu han vuelto superfluas la mayoría de esas cuestiones; no obstante, las mismas serán examinadas y serán elegidas aquellas que se crea útil proponer ulteriormente.
El Sr. Dumas, de Sétif, miembro titular de la Sociedad, está presente en la sesión. Solicita para hacerse la evocación de algunos Espíritus que se han manifestado a él, a fin de tener un control de las comunicaciones que ha obtenido en Argelia. El resultado de estas evocaciones es idéntico y confirma las respuestas que le habían sido dadas. En cuanto a la cuestión de saber si él puede colaborar eficazmente en la propagación del Espiritismo en África, le han respondido que no solamente puede, sino que también debe.