Revista espírita — Periódico de estudios psicológicos — 1858

Allan Kardec

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Leemos en la Gazette de Mons (Gaceta de Mons): «Un individuo acometido por una monomanía religiosa –internado hace siete años en el establecimiento del Sr. Stuart– y que hasta aquí se había mostrado de una naturaleza muy mansa, consiguió engañar la vigilancia de los guardias y apoderarse de un cuchillo. Éstos, al no haber podido recuperar el arma, informaron al director de lo que sucedía.


«El Sr. Stuart se acercó inmediatamente del furioso y, confiando apenas en su coraje, quiso desarmarlo; pero ni bien había dado algunos pasos al encuentro del loco, éste se arrojó sobre él con la rapidez de un relámpago y lo hirió repetidas veces. No fue sino con mucha dificultad que se consiguió dominar al asesino.


«De las siete cuchilladas con las cuales el Sr. Stuart fue alcanzado, una era mortal: la que había recibido en el bajo vientre; el lunes, a las tres horas y media, falleció a consecuencia de una hemorragia en esa cavidad.»


¿Qué se diría si este individuo hubiera sido acometido por una monomanía espírita, o incluso si –en su locura– hubiese hablado de Espíritus? Y, sin embargo, esto podría haber sucedido, puesto que hay muchas monomanías religiosas, y todas las Ciencias han proporcionado su contingente. ¿Qué es lo que, razonablemente, se podría sacar en conclusión contra el Espiritismo, si no que, debido a la fragilidad de su organismo, el hombre puede exaltarse en este punto como en tantos otros? El medio de prevenir esta exaltación no es el de combatir la idea; de otro modo se correría el riesgo de que se repitan los prodigios de las Cevenas.306 Si jamás se organizara una cruzada contra el Espiritismo, lo veríamos propagarse cada vez más; porque, ¿cómo oponerse a un fenómeno que no tiene lugar ni tiempo predilectos y que puede producirse en todos los países, en todas las familias, en la intimidad, en el más absoluto secreto, inclusive mejor que en público? El medio de prevenir los inconvenientes, nosotros lo hemos dado en nuestras Instrucciones Prácticas: es de hacerlo comprender de tal manera que en él no se vea más que un fenómeno natural, incluso en lo que ofrece de más extraordinario.