Revista Espírita - Periódico de Estudios Psicológicos - 1862

Allan Kardec

Volver al menú
Ataques a la nueva idea

Como se puede ver, la gente empieza a comentar las ideas espíritas incluso en los cursos de teología, y la Revista Católica tiene la pretensión de desmantelar exprofeso, como se dice, que el actual Espiritismo es obra del demonio, como resulta del artículo titulado “El satanismo en el espiritismo moderno”, de la citada Revista. ¡Bah! Déjalo hablar, déjalo hacer: el Espiritismo es como el acero, y todas las serpientes posibles se desgastarán los dientes mordiéndolo. Sea como fuere, hay aquí un hecho digno de mención: es que en el pasado la gente desdeñaba preocuparse por los que hacían girar sillas y mesas, mientras que hoy en día la gente ocupa a muchos de esos innovadores cuyas ideas y teorías se han elevado a la altura de una doctrina ¡Ay! es que esta doctrina, esta revelación, derrota todas las viejas doctrinas, todas las viejas filosofías insuficientes para satisfacer las necesidades de la razón humana. También abades, eruditos, periodistas bajan al ruedo, pluma en mano, para rechazar la nueva idea: el progreso. ¡Oye! ¡Qué importa! ¿No es esto prueba irrefutable de la propagación de nuestras enseñanzas? ¡Continuar! solo discutimos, solo luchamos contra ideas realmente serias y lo suficientemente compartidas como para que ya no podamos tratarlas como utopías, tonterías que emanan de unos pocos cerebros enfermos. Además, mejor que nadie, está usted en condiciones de ver aquí con qué rapidez se recluta cada día el Espiritismo, y eso aun en las filas ilustradas del ejército, entre los oficiales de todas las armas. ¡Así que no te preocupes por todas esas personas desafortunadas que están clamando por los perdidos! porque ya no saben dónde están: están desconcertadas. Sus certezas, sus probabilidades se desvanecen en la antorcha espírita, pues en el fondo de su conciencia sienten que solo nosotros estamos en la verdad; digo nosotros, porque hoy, Espíritus o encarnados, tenemos un solo fin: la destrucción de las ideas materialistas y la regeneración de la fe en Dios, a quien le debemos todo.

Erasto (Medium, M. d'Ambel).