Revista Espírita - Periódico de Estudios Psicológicos - 1862

Allan Kardec

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Aquí yace dieciocho siglos de luz. (Lyon, 16 de septiembre de 1862. - Médium, Sr. Émile V…)

Sr. Émile, que obtuvo la comunicación anterior y muchas otras no menos notables, es un hombre muy joven. No sólo es un excelente médium de la escritura, también es un médium de la pintura, aunque no ha aprendido ni a dibujar ni a pintar; pinta al óleo paisajes y diversos temas para los que se ve obligado a elegir, mezclar y combinar los colores que le son necesarios. Desde el punto de vista del arte, sus cuadros ciertamente no son irreprochables, aunque en ciertas exposiciones se ven algunos que no son mucho mejores; les falta especialmente acabado y suavidad, los tonos son ásperos y demasiado acentuados; pero cuando piensas en las condiciones en que se fabrican, no dejan de ser muy notables. ¿Quién sabe si, con la práctica, no adquirirá la destreza que le falta y no llegará a ser un verdadero pintor, como aquel obrero bordelés que, sin saber apenas firmar, escribió como médium, y acabó teniendo una bonita letra para su uso personal, sin otro maestro que los Espíritus?

Cuando vimos al Sr. Émile V…, estaba terminando un cuadro alegórico, donde vemos un ataúd en el que está escrito: Aquí yacen dieciocho siglos de luz. Nos permitimos criticar esta inscripción desde el punto de vista gramatical, y no comprendimos en un principio el significado de esta alegoría que coloca dieciocho siglos de luz en un ataúd, esperando, decíamos, que la humanidad, gracias especialmente al cristianismo, sea más iluminado hoy de lo que era antes. Fue en la sesión del día 16, en la que obtuvo la comunicación antes relatada. El Espíritu respondió a nuestras observaciones, agregando lo siguiente a esta comunicación.

“Aquí yacen” se pone con intención. El sujeto no está expresado por el número dieciocho que representa los siglos; es un total de siglos, una idea colectiva, como si hubiera un lapso de tiempo de dieciocho siglos. Puedes decirles a tus gramáticos que no confundan una idea colectiva con una idea de separación. ¿No dicen ellos mismos de la multitud, que puede consistir en un número incalculable de personas, que puede moverse? Suficiente sobre este tema; debe ser así, porque es la idea misma.

"Ahora vayamos a la alegoría. ¡Dieciocho siglos de luz en un ataúd! Esta idea representa todos los esfuerzos que verdad ha hecho desde entonces; esfuerzos que siempre han sido aplastados por el espíritu de partido, por el egoísmo. Dieciocho siglos de luz a plena luz del día serían dieciocho siglos de felicidad para la humanidad, dieciocho siglos que todavía están germinando en la tierra y que habrían tenido su desarrollo. Cristo ha traído la verdad a la tierra y la puso a disposición de todos; ¿qué fue de ella? Las pasiones terrenales se apoderaron de ella; fue enterrada en un ataúd, de donde sale el Espiritismo para sacarla. Esta es la alegoría”.

León de Muriane.”