Revista Espírita - Periódico de Estudios Psicológicos - 1862

Allan Kardec

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¿Puede un espíritu retroceder ante la prueba?

Una amiga nuestra escribe lo siguiente:

“Mi hija un día tuvo la siguiente comunicación espontánea de un Espíritu que comenzó firmando Euphrosine Bretel. Este nombre no nos recuerda a nadie, preguntamos: ¿Quién eres? – R. Soy un Espíritu pobre en el sufrimiento; necesito oraciones. Te hablo porque me conociste cuando yo era solo una niña.

“Miramos, y me pareció recordar que este apellido era el de una niña pequeña de nueve o diez años que estaba en la misma pensión que mi hija y que se enfermó poco después de su llegada. Su padre vino a buscarla en su carruaje, y los niños guardaron el recuerdo de esta enferma toda envuelta y gimiendo; ella murió en casa. La madre, desesperada, la siguió de cerca. El padre se quedó ciego de tanto llorar y murió ese mismo año. Tan pronto como creímos reconocer el nombre, el Espíritu inmediatamente escribió:

" Soy yo; mi última existencia debió ser una prueba terrible, pero retrocedí cobardemente y siempre he sufrido desde entonces. Pídele a Dios que me conceda la gracia de una nueva prueba; por duro que sea, me someteré a ello; ¡Soy tan infeliz! Amo a mi padre ya mi madre, y ellos me odian; huyen de mí, y este es mi castigo, buscarlos constantemente para verme repelida. Vine a ti porque mi recuerdo no se borra del todo de tu memoria; y de los que pueden orar por mí es la única que conoce el Espiritismo. Adiós, no me olvides, pronto nos volveremos a ver.”

"Mi hija entonces le dijo en broma: “¿Me tengo que morir pronto?” A lo que el Espíritu responde: “El tiempo que para vosotros es largo, no se puede medir para nosotros.” - Desde entonces hemos verificado el nombre y apellido, que son perfectamente correctos.

“Ahora me pregunto si es posible que un Espíritu encarnado pueda retroceder antes de que comience la prueba.”

A esta pregunta respondemos: Sí, muchas veces los Espíritus retroceden ante las pruebas que han elegido y que no tienen el valor no sólo de soportar, sino incluso de afrontar cuando ven llegado el momento; es la causa de la mayoría de los suicidios. Retroceden de nuevo cuando murmuran y se desesperan, y entonces pierden el beneficio de la prueba. Por eso el Espiritismo, al dar a conocer la causa, el fin y las consecuencias de las tribulaciones de la vida, da al mismo tiempo tanto consuelo y coraje, y aleja la idea de acortar la vida. ¿Cuál es la filosofía que ha producido tal resultado en los hombres?