Revista Espírita - Periódico de Estudios Psicológicos - 1862

Allan Kardec

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Poesías del Más Allá

Queremos obtener versos de Béranger

(Sociedad Espírita de México, 20 de abril de 1859.)

Desde que nuestra bella patria yo dejé,
Muchas tierras he visto; escucho llamarme,
Cada uno me dice: Te lo ruego, ven, ven,
Queremos obtener versos de Béranger.

Dejad descansar a esta musa burlona,
Que hoy habita en vastos campos de los aires;
Para a su Dios loar, su voz siempre canora,
Se suma a diario a conciertos celestiales.

Otrora ella ha cantado arias muy frívolas;
Por su buen corazón, Dios hacia Él la llamó
Y no tomó a mal sus palabras livianas.
Él amaba, él oraba y a nadie odió.

Si he flagelado la raza capuchina
Los franceses rieron de muy buen corazón.
Si a volver a este mundo Dios me destina,
Reservaré para ellos un refrán burlón.

Observación – En este punto el Espíritu Béranger se despidió. Volvió a nuestro pedido, dándonos los siguientes versos:

¡Qué! ¡Me asesináis, raza humana y ligera!
¡Versos! ¡Siempre versos! El pobre Béranger
Los hizo en cantidad al pasar por la Tierra,
Y contra ellos su muerte lo iba a proteger.

Mas no, nada de eso; ¡que se cumpla el destino!
Que Dios lo impidiera, yo esperaba al morir,
Del pobre Béranger, vos veis el suplicio,
Por pecar, ¡ay de mí! si me queréis punir.

BÉRANGE
También ensayo una de mis canciones

(Sociedad Espírita de México)

I

Querido hijo de una tierra amada,
Acuérdome siempre de ti aquí.
De otros cielos, alma regenerada,
Belleza, amor, juventud descubrí.

Por fin en la cima estoy de la vida,
Eterno mundo de reencarnaciones;
Y pobre Espíritu de esta otra patria,
También ensayo una de mis canciones.

II

Vi llegar a esa diosa pálida
Cuyo nombre a todos hace temblar;
Pero al ver en sus ojos ternura,
Pude sin miedo las manos juntar.
Caí dormido, y mi nueva amiga
Mi partida arrulló con dulces sones;
Y pobre Espíritu de esta otra patria,
También ensayo una de mis canciones.

III

Id en paz; en la tumba recostaos,
Dejad de despertar, muertos dichosos;
Son el telón vuestros ojos cerrados
Para reabrir bajo un sol más hermoso.

Sonreíd, pues, que la muerte os invita
Al banquete de sus oraciones;
Y pobre Espíritu de esta otra patria,
También ensayo una de mis canciones.

IV

Cayeron los gigantes de la gloria;
Esclavos, reyes, serán confundidos,
Para todos la más bella victoria
Pertenece a los que son más amados.

Vemos allá lo que nuestro amor ruega,
Lo que dejamos aquí en aflicciones.
Y pobre Espíritu de esta otra patria,
También ensayo una de mis canciones.

V

Adiós, amigos; regreso al espacio
Que a vuestra voz siempre puedo cruzar;
Inmensidad que nunca nos deja
Y que pronto vendréis a transitar.

Sí, con voz dichosa y remozada
Juntos entonces diréis mis lecciones;
Y pobre Espíritu de esta otra patria,
También ensayo una de mis canciones.

BÉRANGER

Nota – El Presidente de la Sociedad Espírita de México, de paso por París, ha tenido a bien confiarnos una selección de comunicaciones de esa Sociedad, autorizándonos a elegir las que evaluásemos de mayor utilidad. Pensamos que nuestros lectores no se lamentarán de la primera elección que hemos hecho; verán, por esta muestra, que bellas comunicaciones son dadas en todos los países. Debemos agregar que la médium que ha obtenido los dos poemas anteriores es una señora totalmente ajena a la poesía.