El Libro de los Espíritus

Allan Kardec

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13. Cuando decimos que Di'os es eterno, infinito, inmutable, inmaterial, único, omnipotente, soberanamente justo y bueno, ¿tenemos idea, perfecta de sus atributos?

«Desde vuestro punto de vista, si porque creéis abarcarlo todo; pero sabed que hay cosas superiores a la inteligencia del hombre más inteligente, y para las cuales carece de expresiones vuestro lenguaje, limitado a vuestras ideas y sensaciones. La razón os dice, en efecto, que Dios debe tener esas perfecciones en grado supremo; porque, si careciese de una sola de ellas, o si no las poseyese en grado infinito, no sería superior a todo, ni Dios, por lo tanto. Para ser superior a todas las cosas, Dios no ha de experimentar vicisitud alguna, ni tener ningúna de las imperfecciones que puede concebir la imaginación. »

Dios es eterno; porque, si hubiese tenido principio, hubiera salido de la nada, o hubiese sido creado por un ser anterior. Así es como, de grado en grado, nos remontamos al infinito y a la eternidad.

Es inmutable; porque, si estuviese sujeto a cambios, ninguna estabilidad tendrían las leyes que rigen el universo.

Es inmaterial; es decir, que su naturaleza difiere de lo que llamamos materia, pues de otro modo no sería inmutable; porque estaría sujeto a las transformaciones de la materia.

Es único; porque, si hubiese muchos dioses, no habría ni unidad de miras, ni unidad de poder en el gobierno del universo.

Es omnipotente; porque es único. Si no tuviese el poder soberano, habría algo más poderoso que él o tan poderoso como él; no habría hecho todas las cosas, y las que no hubiese hecho, serían obra de otro Dios.

Es soberanamente justo y bueno. La sabiduría providencial de las leyes divinas se reveía así en las más pequerias, como en las más grandes cosas; y esa sabiduría no nos permite dudar nf de su justicia, ni de su bondad.