Fiesta de Navidad
Sociedad Espírita de Tours, 24 de diciembre
de 1862. - Médium, Sr. N...
Esta tarde es cuando, en el mundo cristiano,
celebramos la Natividad del Niño Jesús; pero vosotros, hermanos míos, debéis
también alegraros y celebrar el nacimiento de la nueva Doctrina Espírita. La
verás crecer como este niño; ella vendrá, como él, a iluminar a los hombres y
mostrarles el camino que deben seguir. Pronto veréis a reyes, como los Reyes
Magos, venir a pedir ayuda a esta Doctrina que ya no encuentran en las ideas
antiguas. Ya no os traerán incienso ni mirra, sino que se postrarán con el
corazón ante las nuevas ideas del Espiritismo. ¿No ves ya brillar la estrella
que los guiará? Ánimo pues, hermanos míos; coraje, y pronto podréis celebrar
con el mundo entero la gran fiesta de la regeneración de la humanidad.
Hermanos míos, hace mucho que contienes en tu
corazón el germen de esta Doctrina; pero hoy aparece a plena luz del día con el
apoyo de una estaca sólidamente plantada que no deja que sus débiles ramas se
doblen; con este apoyo providencial crecerá día a día y se convertirá en el
árbol de la creación divina. De este árbol recogeréis frutos que no reservaréis
sólo para vosotros, sino para vuestros hermanos que tendrán hambre y sed de la
sagrada fe. ¡Oh! luego, preséntales este fruto y clama desde el fondo de tu
corazón: “Ven, ven y comparte con nosotros lo que alimenta nuestro Espíritu y
alivia nuestro dolor físico y moral”.
Pero no olvidéis, hermanos míos, que Dios os
hizo brotar el primer brote; que este germen ha crecido, y que ya se ha
convertido en un árbol capaz de dar su fruto. Te quedará algo para explotar,
estos son estos tallos que puedes trasplantar, pero mirad primero si la tierra
a la que confiáis este germen no esconde bajo su capa aparente algún gusano
roedor que podría devorar lo que el Maestro os ha confiado.
Firmado: San Luis.