Revista Espírita – Periódico de Estudios Psicológicos - 1863

Allan Kardec

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Poesía Espírita - El Enfermo y su Médico

Cuento dedicado al Sr. el editor del Renard, de Burdeos, por el Espíritu golpeador de Carcassonne.

“No puedo aguantar más, doctor; está demasiado fuerte,
¡Gritó un señor de Rochefort otro día!
Tómeme el pulso, doctor, estoy harto;
El globo entero se apodera de un frenesí.
Hay que creer que Dios ya no conoce su oficio;
Está bajando... y maldigo a todo el mundo.
Y primero el vapor… ¿Así caminamos?
¿Qué pasó con el tiempo de mi dulce sedán?
Esta vez cuando, sin peligro de rompernos el cuello,
¿Salíamos de París veinte para Sceaux como un reloj de cuco?
¡Hablamos de progreso!... ¡Doctor, es ridículo!
Lanzado a toda velocidad, el planeta retrocede;
¡Qué horrible caos!... Un cable, un alambre,
De Calais a Beijing balbuceando en el mar.
Un sastre sin aguja se atreve a coser;
El agua hace fuego; polvo de algodón;
Una paleta, para pinceles que tienen un solo aparato,
¡Te venderé retratos hechos al sol!
¡Gloria, gloria al pasado! En este siglo frívolo
La igualdad ruge; ¡la gente tiene su palabra!
¡Escribir en el corazón de Burdeos, a Sabò se le ocurrió!
Verá, doctor, todo está patas arriba.
De los malabaristas sabré descubrir la cuerda;
¡Ya te aviso, diablo! el líder del l'Etincelle;
Es allí donde, sable en mano, nos defiende una calavera,
Eso no es todo, doctor, ¡oh escándalo! la gente dice
Que, del buen La Fontaine tomando prestada la fórmula,
Una muerte real, un Espíritu, nos da la regla”.
"Aquí", escupió el señor de Rochefort, y luego continuó:
“Doctor, de buena fe, ¿usted cree en el Espíritu?
- ¡Bah! dijo el doctor! haciendo el buen apóstol,
¿El Espíritu?... No me lo creo, mi caro... ni siquiera en el tuyo”.

Nota. Este cuento, sobre cuyo mérito dejamos juzgar a nuestros lectores, se obtuvo espontáneamente por tipología, como otros encantadores poemas del mismo médium, en conexión con un ingenioso artículo del Sr. Aug. Bez, inserto en el Renard, que quiere abrir sus columnas a los seguidores del Espiritismo. L'Etincelle es otro periódico de Burdeos, editado por el Sr. de Rattier, que lanza chispas al Espiritismo con el fin de prenderle fuego, pero que, hasta ahora, sólo ha logrado producir una iluminación similar a aquellas chispas de fuegos artificiales que se apagan antes de haber tocado el suelo. En cuanto al señor de Rochefort, sin duda encontrará malsana esta poesía.