Respuesta de la Sociedad Espírita de París a
las cuestiones religiosas (Resumen del informe verbal de la sesión del 13 de
febrero de 1863)
Se da a conocer una carta dirigida desde
Tonnay-Charente (Charente-Inférieure), al Sr. Allan Kardec, que contiene las
respuestas dictadas a una médium de esta localidad sobre las cuestiones más
delicadas de los dogmas de la Iglesia. Estas preguntas, dirigidas al Espíritu
de Jesús, hijo de Dios, evocado al efecto, son las siguientes:
1° ¿Es el infierno eterno?
2° ¿Por favor, pon a mi alcance la
explicación que te pedí sobre la Última Cena que precedió a tu Pasión?
3° ¿Por qué se cumplió tu Pasión?
4° ¿Qué debo pensar de la comunión? ¿Estás en
la hostia, Jesús mío?
5° ¿Qué tiene en común el poder temporal y el
poder espiritual que no se puede separar de él?
6° ¿Qué tiene de precioso el amor que está en
el corazón de todos los hombres?
7° ¿Qué es la historia sagrada y quién la
hizo?
8° ¿Qué queremos decir con estas palabras:
historia sagrada?
El autor de la carta solicita que la Sociedad
se pronuncie en sesión solemne sobre el valor de las respuestas obtenidas y
sobre la autenticidad del nombre del Espíritu que las dio.
La comisión, después de examinar la cuestión,
propone la siguiente resolución, que es leída a la Sociedad, que la aprueba
calurosamente por unanimidad y solicita su inserción en la Revista Espírita
para instrucción de todo el mundo y para que comprendamos la inutilidad de
hacer preguntas sobre estos temas en el futuro.
Si el autor se hubiera limitado a la primera
cuestión, bastaría con remitirle al Libro de los Espíritus, donde se la trata.
Además, la cuestión está mal planteada; no sabemos si se refiere a la eternidad
de un lugar de expiación, o a la de los castigos infligidos a cada individuo.