MANUAL PRÁCTICO DE LAS MANIFESTACIONES ESPIRITISTAS

Allan Kardec

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SILFIDES, SILFOS: Según la mitología de la Edad Media, los silfos eran los genios del aire, como los gnomos lo eran de la tierra y las ondinas de las aguas. Se les representaba bajo forma humana semivaporosa, con ademanes graciosos, y las alas transparentes con que se les dotaba, eran el emblema de la rapidez con que recorrían el espacio. Se les atribuía el poder de hacerse visibles o invisibles, a voluntad; su carácter era dulce y bienhechor. “No dudéis de la multitud de silfos ligeros que tenéis a vuestras órdenes. Continuamente ocupados en recoger vuestros pensamientos, apenas pronunciáis una palabra, se apoderan de ella y la repiten en torno vuestro. Su ligereza es tan grande, que recorren mil pasos en un segundo. Son las sílfides de Paracelso y de Gabalis.” (A. Martín.) La creencia en las sílfides tiene su origen evidente en las manifestaciones espiritistas, son éstas de los Espíritus de un orden inferior, ligeros, pero bondadosos.