DEMONIO: del lat. Daemo, formado del gr. daimon, genio, suerte, destino, manes). Daemons, tanto en griego como en latín, es el nombre que se da a todos los seres incorpóreos, buenos o malos, en quienes se suponen conocimientos y poderes superiores a los del hombre. En las lenguas modernas, esa palabra se echa generalmente a mala parte, y su acepción queda restringida a los genios maléficos. Según la creencia vulgar, los demonios son seres esencialmente malos por naturaleza. Los Espíritus nos enseñan que Dios, siendo soberanamente justo y bueno, no ha podido crear seres consagrados al mal y desgraciados eternamente. Según ellos, no hay demonios en la acepción restringida y absoluta de esta palabra; no hay sino Espíritus imperfectos que pueden mejorar por sus esfuerzos voluntarios. Los Espíritus de la novena clase serían verdaderos demonios, si esta palabra no implicara la idea de una naturaleza perpetuamente perversa.