¿Que és el Espiritismo?

Allan Kardec

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148. “¿Después de la muerte, tiene el alma conciencia de su individualidad, cómo le consta y cómo podemos hacerla constar?”

Si no tuvieran las almas su individualidad después de la muerte, sería para ellas y para nosotros como si no existieran y las consecuencias morales serían exactamente las mismas; no tendrían carácter alguno distintivo, y la del criminal estaría en igual rango que la del hombre de bien, de donde resultaría que no habría interés alguno en practicar el bien.

Se pone en evidencia la individualidad del alma, de una manera casi material, en las manifestaciones espiritistas, por el lenguaje y las cualidades propias de cada una; puesto que piensan y obran de un modo diferente; que las unas son buenas y las otras malas, unas instruidas y otras ignorantes, unas quieren lo que otras no quieren; esto prueba, evidentemente, que no están confundidas en un todo homogéneo, sin mencionar las pruebas patentes que nos dan de haber animado a tal o cual individuo sobre la Tierra. Gracias al Espiritismo experimental, la individualidad del alma no es ya una cosa vaga, sino un resultado de la observación.

El alma prueba por sí misma su individualidad, porque tiene su pensamiento y su voluntad propias, distintas de las demás; la prueba también por su envoltura fluídica o periespíritu, especie de cuerpo limitado que lo constituye en un ser distinto.

Observación. Creen ciertas personas eludir el reproche del materialismo, admitiendo un principio inteligente universal, del cual absorbemos una parte al nacer, que constituye el alma, para devolverla después de la muerte a la masa común, donde se confunde como las gotas de agua del Océano. Este sistema, especie de transacción, ni aun merece el nombre de espiritualismo, porque es tan desgarrador como el materialismo; el receptáculo común del todo universal equivaldría a la nada, puesto que en él ya no habría individualidades.