EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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1. Y cuando llegó donde estaba la gente, vino a El un hombre, e hincadas las rodillas delante de El, le dijo: Señor, apiádate de mi hijo, que es lunático y padece mucho: pues muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua. - Y lo he presentado a tus discípulos y no le han podido sanar. - Y respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y depravada! ¿hasta cuando estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os sufriré? Traédmelo acá. - Y Jesús lo increpó, y salió de él el demonio, y desde aquella hora fué sano el mozo. - Entonces se llegaron a Jesús los discípulos aparte y le dijeron: ¿Por qué nosotros no le pudimos lanzar? - Jesús les dijo: Por vuestra poca fe. Porque en verdad os digo, que si tuviéreis fe cuanto un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá y se pasará; y nada os será imposible. (San Mateo, cap. XVII, v. de 14 a 19.)