EL CIELO Y EL INFIERNO o La Justicia Divina según el Espiritismo

Allan Kardec

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5. Toda esta teoría descansa en el principio de que los ángeles y los demonios son seres distintos de las almas de los hombres, y que éstas son producto de una creación especial, inferior aún a los demonios en inteligencia, en conocimientos y facultades de toda clase. Concluye la misma teoría con la intervención exclusiva de los malos ángeles en las manifestaciones antiguas y modernas, atribuidas a los espíritus de los muertos.


La posibilidad para las almas de comunicarse con los vivos es una cuestión de hecho, un resultado de experiencia y de observación que no discutiremos aquí. Admitamos, por hipótesis, la doctrina arriba dicha, y veamos si por sus propios argumentos se destruye a sí misma.