EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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50. Bienaventurados los que han hambre y sed de justicia, porque serán hartos.


Bienaventurados los que padecen persecución por la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.


Bienaventurados sois cuando os maldijeren, y os persiguieren, y dijeren todo mal contra vosotros mintiendo, por mi causa. Gozaos y alegraos porque vuestro galardón muy grande es en los cielos. Pues así también persiguieron a los profetas, que fueron antes de vosotros. (San Mateo, cap. X, v. 6, 10, 11 y 12).


Y no temáis a los que matan el cuerpo y no pueden matar el alma; temed antes al que puede echar el alma y el cuerpo en el infierno. (San Mateo, cap. X, v. 28).