EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS

Allan Kardec

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23. No hablaremos sino de memoria, de una cuarta categoría que llamaremos la de los incrédulos interesados o de mala fe. Estos saben muy bien a qué atenerse sobre el Espiritismo pero, ostensiblemente, lo condenan por motivos de interés personal. Nada hay que decir y hacer con ellos. Si el materialista puro se engaña, hay al menos para él la excusa de la buena fe; se le puede conducir, probándole su error; éste, es ya un partido tomado contra el cual todos los argumentos vienen a estrellarse; el tiempo se encargará de abrirles los ojos y demostrarles, puede ser a sus costas, donde estaban sus verdaderos intereses, porque no pudiendo impedir que la verdad se propague, serán arrastrados por el torrente, y con ellos los intereses que creían salvar.