MANUAL PRÁCTICO DE LAS MANIFESTACIONES ESPIRITISTAS

Allan Kardec

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HAMADRIADES: (del griego ama, conjunto, y drûs, roble. Dríade, de drûs, roble): ninfa de los bosques, según la mitología pagana. Las dríades eran ninfas inmortales que presidían a los árboles en general y que podían vagar libremente en torno de aquellos que les eran particularmente consagrados. La hamadríade no era inmortal: nacía y moría con el árbol cuya protección le estaba confiada, al que no podía jamás abandonar. No es dudoso hoy en día que el concepto de las dríades y hamadríades, tiene su origen en manifestaciones análogas a las que somos testigos. Nuestros antepasados, que lo poetizaban todo, divinizaron las inteligencias ocultas que se manifiestan en la substancia misma de los cuerpos. Para nosotros, no son más que Espíritus golpeadores.