EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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38. “Al día siguiente Jesús se dirigió a una ciudad llamada Naím; lo acompañaban sus discípulos y una gran multitud. Cuando estaba cerca de la puerta de la ciudad, sucedió que llevaban a sepultar a un muerto, hijo único de su madre; y esa mujer era viuda; estaba con ella una gran cantidad de personas de la ciudad. Cuando la vio, el Señor se compadeció de ella y le dijo: ‘No llores’. Después, aproximándose, tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron, y entonces dijo Él: ‘Joven, levántate, te lo ordeno’. Al instante el joven se sentó y comenzó a hablar. Y Jesús se lo devolvió a su madre.


”Todos los que estaban presentes quedaron sorprendidos, y glorificaban a Dios, diciendo: ‘Un gran profeta ha surgido entre nosotros’, y ‘Dios ha visitado a su pueblo’. El rumor de ese milagro que Él había hecho se propagó por toda la Judea y por todas las regiones circunvecinas.” (San Lucas, 7:11 a 17.)