EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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12. Desde el momento en que un Espíritu nace a la vida espiritual, en beneficio de su adelanto es necesario que haga uso de sus facultades, rudimentarias al principio. Por esa razón se recubre con una envoltura corporal adecuada a su estado de infancia intelectual, envoltura que él abandona para tomar otra a medida que sus fuerzas van en aumento. Ahora bien, como en todas las épocas ha habido mundos, y como esos mundos dieron origen a cuerpos organizados aptos para recibir Espíritus, en todas las épocas los Espíritus, sea cual fuere el grado de adelanto que hubiesen alcanzado, encontraron los elementos necesarios para la vida carnal.