EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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25. Por imperio del calor y la humedad y como consecuencia del exceso de ácido carbónico en el aire, gas que no permite la respiración a los animales terrestres, pero que es necesario a las plantas, los terrenos libres de agua cubrieron rápidamente de una exuberante vegetación, al tiempo que las plantas acuáticas se multiplicaron en el seno de los pantanos. Plantas que en nuestros días son simples hierbas de escasos centímetros alcanzaban, en aquellos tiempos, una altura y un grosor colosales. Así es como existían bosques de helechos arborescentes de ocho o diez metros de altura y de un grosor proporcionado. Licopodios (pie de lobo, especie de musgo) de la misma talla; cola de caballo3 de cuatro a cinco metros, mientras que hoy alcanzan apenas un metro, además de una infinidad de especies que ya no existen. Sobre el final de este período comenzaron a aparecer algunos árboles del género de las coníferas o pinos.