EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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19. Pero aún no hemos hablado del Mundo Espiritual, el cual también forma parte de la Creación y cumple su destino de acuerdo con las augustas prescripciones del Señor. En razón de mi propia ignorancia, sólo puedo dar una enseñanza restringida en lo que respecta a la creación de los espíritus. Pero, aunque callaré ciertos hechos, manifestaré lo que me ha sido permitido profundizar. A quienes deseen saber con ánimo religioso y fuesen humildes ante Dios, les diré, suplicándoles, al mismo tiempo, que se abstengan de elaborar un sistema prematuro sobre mis palabras: El espíritu no recibe la iluminación divina que le otorga el libre albedrío, la conciencia y el conocimiento de la importancia de su destino sin haber pasado previamente la serie divinamente fatal de encarnaciones inferiores, en las que elabora su individualidad. Esa es la hora en que el Señor imprime sobre su frente su augusta señal y el espíritu toma un lugar entre los seres espirituales. Vuelvo a reiteraros: no fundamentéis sobre mis palabras vuestros razonamientos, tan tristemente célebres en el curso de la historia de la Metafísica. Preferiría mil veces callarme sobre temas tan por encima de vuestras meditaciones ordinarias que exponeros a desnaturalizar el sentido de mi enseñanza y enterraros, por mi culpa, en los intrincados laberintos del deísmo o del fatalismo.