EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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30. Nuestra razón se empequeñece forzosamente ante estos problemas insondables. Dios existe. No dudamos un solo instante de ello. Es infinitamente justo y bueno: ésa es su esencia. Su acción todo lo abarca, lo comprendemos. No desea más que nuestro bien, por eso debemos confiar en Él: eso es lo principal. El resto puede esperar hasta que seamos dignos de comprenderlo.