EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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58. Oración. Dios Todopoderoso y misericordioso, aquí tenéis un alma que deja su envoltura terrestre para volver al mundo de los espíritus, su verdadera patria; que pueda entrar allí en paz, y que vuestra misericordia se extienda sobre ella.


Espíritus buenos que la habéis acompañado en la Tierra, no la abandonéis en este momento supremo; dadle fuerza para soportar los últimos sufrimientos que debe padecer en la tierra para su adelantamiento futuro; inspiradle para que consagre al arrepentimiento de sus faltas los últimos destellos de inteligencia que le restan o que pueden volverle momentáneamente.


Dirigid mi pensamiento a fin de que su acción haga menos penosa la separación, y que lleve en su alma, en el momento de dejar la Tierra, los consuelos de la esperanza.