EL CIELO Y EL INFIERNO o La Justicia Divina según el Espiritismo

Allan Kardec

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9. Sólo conocemos el infierno pagano por las narraciones de los poetas. Homero y Virgilio dieron de él la descripción más completa, pero hay que separar de ésta aquella parte inherente a la forma poética. La descripción de Fenelón en su Telémaco, aunque procedente del mismo origen en cuanto a las creencias fundamentales, tiene la sencillez más precisa de la prosa. Aun cuando describa el aspecto lúgubre de los lugares, se esmera sobre todo en hacer sobresalir los géneros de padecimientos que sufren los culpables, y si se extiende mucho sobre la suerte de los malos reyes, esto se debe a la instrucción que quiere dar a su real discípulo. Por más que sea popular su obra, muchas personas no tienen, sin duda, esta descripción bastante presente o no han pensado quizá bastante en ella para establecer una comparación. Y esta es la razón por la que creemos útil reproducir sus pasajes que tengan una relación más directa con el asunto que nos ocupa, es decir, que más especialmente conciernan a la penalidad individual.