EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS

Allan Kardec

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243. Se conoce la obsesión con los caracteres siguientes:

1.º Persistencia de un Espíritu en comunicarse contra la voluntad del médium, por la escritura, el oído, la typtología, etc., oponiéndose a que otros Espíritus puedan hacerlo.

2.º Ilusión, que no obstante la inteligencia del médium, le impide reconocer la falsedad y la ridiculez de las comunicaciones que recibe.

3.º Creencia en la infalibilidad y en la identidad absoluta de los Espíritus que se comunican y que, bajo nombres respetables y venerados, dicen cosas falsas o absurdas.

4.º Confianza del médium en los elogios que hacen de él los Espíritus que se le comunican.

5.º Propensión a separarse de las personas que pueden darle avisos útiles.

6.º Tomar a mal la crítica con respecto a las comunicaciones que reciben.

7.º Necesidad incesante e inoportuna de escribir.

8.º Sujeción física dominando la voluntad de cualquiera y forzándole a obrar o a hablar a pesar suyo.

9.º Ruidos y trastornos de cosas persistentes a su alrededor y de los que se es la causa o el objeto.