Revista espírita — Periódico de estudios psicológicos — 1858

Allan Kardec

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18. La conformación del cuerpo de los habitantes ¿tiene relación con la nuestra? –Resp. Sí; es la misma.


19. ¿Puedes darnos una idea de su talla comparada con la de los habitantes de la Tierra? –Resp. Grandes y bien proporcionados. Mayores que vuestros hombres mayores. El cuerpo del hombre es como la marca de su Espíritu: bello donde él es bueno; la envoltura es digna de él; no es más una prisión.


20. ¿Son allí los cuerpos opacos, diáfanos o translúcidos? –Resp. Los hay de unos y otros. Unos tienen tal propiedad, otros tienen tal otra, según su destinación.


21. Concebimos esto para los cuerpos inertes, pero nuestra pregunta es relativa a los cuerpos humanos. –Resp. El cuerpo envuelve al Espíritu sin esconderlo, como un tenue velo arrojado sobre una estatua. En los mundos inferiores la envoltura grosera oculta el Espíritu a sus semejantes; pero los buenos no tienen nada a esconder: pueden leer en el corazón de unos y de otros. ¡Qué sería si fuera así en la Tierra!


22. ¿Hay sexos diferentes? –Resp. Sí; los hay por todas partes donde la materia existe; es una ley de la materia.


23. ¿Cuál es la base de la alimentación de los habitantes? ¿Es animal y vegetal como aquí? –Resp. Puramente vegetal; el hombre es el protector de los animales.


24. Se nos ha dicho que una parte de su alimentación es extraída del medio ambiente del cual aspiran las emanaciones; ¿esto es exacto? –Resp. Sí.


25. La duración de su existencia, comparada con la nuestra, ¿es más larga o más corta? –Resp. Más larga.


26. ¿De cuánto tiempo es el promedio de vida? –Resp. ¿Cómo medir el tiempo?


27. ¿No puedes tomar uno de nuestros siglos como punto de comparación? –Resp. Creo que alrededor de cinco siglos.


28. ¿Es el desarrollo de la infancia proporcionalmente más rápido que entre nosotros? –Resp. El hombre conserva su superioridad; la infancia no comprime su inteligencia, ni la vejez la extingue.


29. ¿Están los hombres sujetos a las enfermedades? –Resp. No están sujetos a vuestros males.


30. ¿Se divide la existencia entre la vigilia y el sueño? –Resp. Entre la acción y el reposo.


31. ¿Podrías darnos una idea de las diversas ocupaciones de los hombres? –Resp. Sería preciso decir mucho. Su principal ocupación es la de dar aliento a los Espíritus que habitan en los mundos inferiores para que perseveren en la buena senda. Al no haber infortunios que aliviar entre ellos, van en busca de los que sufren: son los Espíritus buenos que os sostienen y os atraen a la buena senda.


32. ¿Se cultivan allí nuestras artes? –Resp. Éstas son inútiles allí. Vuestras artes son juguetes que distraen vuestros dolores.


33. La densidad específica del cuerpo del hombre, ¿le permite transportarse de un lugar a otro sin permanecer, como aquí, atado al suelo? –Resp. Sí.


34. ¿Se siente allí el fastidio y el disgusto de la vida? –Resp. No; el disgusto de la vida sólo viene del desprecio de sí mismo.


35. Al ser menos densos que los nuestros los cuerpos de los habitantes de Júpiter, ¿son formados de materia compacta y condensada o vaporosa? –Resp. Compacta para nosotros; pero, para vosotros, no lo sería; es menos condensada.


36. El cuerpo, considerado como formado de materia, ¿es impenetrable? –Resp. Sí.


37. ¿Tienen los habitantes un lenguaje articulado como nosotros? –Resp. No; existe entre ellos comunicación por el pensamiento.


38. ¿Es la segunda vista, como se nos ha dicho, una facultad normal y permanente entre vosotros? –Resp. Sí, el Espíritu no tiene obstáculos; nada está oculto para él.


39. Si nada está oculto para el Espíritu, ¿conoce entonces el futuro? (Queremos hablar de los Espíritus encarnados en Júpiter.) – Resp. El conocimiento del futuro depende de la perfección del Espíritu; tiene menos inconvenientes para nosotros que para vosotros; incluso nos es necesario, hasta un cierto punto, para el cumplimiento de misiones que tenemos que efectuar; pero decir que conocemos el futuro sin restricciones sería colocarnos en el mismo nivel que Dios.


40. ¿Podéis revelar todo lo que sabéis del futuro? –Resp. No; esperad saberlo cuando lo hayáis merecido.


41. ¿Os comunicáis más fácilmente que nosotros con los otros Espíritus? –Resp. ¡Sí! Siempre: la materia no está más entre ellos y nosotros.


42. ¿Inspira la muerte el horror y el espanto que causa entre nosotros? –Resp. ¿Por qué habría de ser espantosa? El mal no está más entre nosotros. Sólo el malo ve su último momento con espanto; él teme su juicio.


43. ¿Qué sucede con los habitantes de Júpiter después de la muerte? –Resp. Crecen siempre en perfección sin sufrir más pruebas.


44. ¿No hay Espíritus, en Júpiter, que se someten a pruebas para cumplir una misión? –Resp. Sí, pero eso no es más una prueba; sólo el amor al bien los lleva a sufrir.


45. ¿Pueden ellos fallar en su misión? –Resp. No, porque son buenos; sólo hay debilidad donde hay defectos.


46. ¿Podrías nombrarnos algunos Espíritus que habitan en Júpiter, que han cumplido una gran misión en la Tierra? –Resp. San Luis.


47. ¿Podrías nombrar otros? –Resp. ¡Esto no es importante! Hay misiones desconocidas que tienen como objetivo la felicidad de uno solo; a veces, ésas son las mayores y las más dolorosas.