El Libro de los Espíritus

Allan Kardec

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518. Siendo atraídos los espíritus por sus simpatías hacia los hombres, ¿lo son igualmente hacia las reuniones de individuos por causas particulares?

«Los espíritus acuden con preferencia a donde están sus semejantes, pues allí están más a sus anchas y más seguros de ser escuchados. El hombre atrae a los espíritus en razón de sus tendencias, ya esté solo, ya forme un todo colectivo, como una sociedad, una ciudad o un pueblo. Hay, pues, sociedades, ciudades y pueblos que están asistidos por espíritus más o menos elevados, según el carácter y las pasiones que en ellos dominan. Los espíritus imperfectos se alejan de los que los rechazan y resulta que el perfeccionamiento moral de los todos colectivos, como el de los individuos, tiende a descartar a los espíritus malos y a atraer a los buenos, que excitan y mantienen el sentimiento del bien de las masas, como pueden otros atizar las malas pasiones».