El Libro de los Espíritus

Allan Kardec

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861. El hombre que comete un asesinato, ¿sabe, al escoger su existencia, que llegará a ser asesino?

«No, sabe que, eligiendo una vida de lucha, corre riesgo de matar a uno de sus semejantes, pero ignora si lo hará; porque casi; siempre delibera antes de cometer el crimen, y aquel que delibera sobre algo es siempre libre de hacerlo o no hacerlo. Si el espíritu supiese de antemano que, como hombre debe cometer un asesinato, sería porque estaba predestinado para ello. Sabed, pues, que nadie está predestinado para un crimen y que todo crimen o cualquiera otro acto es siempre resultado de la voluntad y del libre albedrío.

»Por lo demás, vosotros confundís siempre dos cosas muy diferentes: los acontecimientos materiales de la vida y los actos de la vida moral. Si fatalidad existe a veces es respecto de aquellos acontecimientos materiales cuya causa está fuera de vosotros y que son independientes de vuestra voluntad. En cuanto a los actos de la vida moral, dimanan siempre del hombre, quien tiene siempre, por lo tanto, la libertad de elegir. Respecto de estos actos, no existe nunca, fatalidad».