El Libro de los Espíritus

Allan Kardec

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375. ¿Cuál es la situación del espíritu en la locura?

«El espíritu en estado de libertad, recibe directamente sus impresiones y directamente ejerce su acción en la materia; pero encarnado se encuentra en condiciones muy diferentes, y en la necesidad de hacerlo siempre con la ayuda de los órganos especiales. Si una parte o el conjunto de esos órganos está alterado, su acción o sus impresiones, respecto de aquellos órganos, están interrumpidas. Si pierde los ojos, se queda ciego, si el oído, sordo, etcétera. Imagina ahora que el órgano que preside los efectos de la inteligencia y de la voluittad está parcial o completamente atacado o modificado, y te será fácil el comprender que, no teniendo a su disposición el espíritu más órganos incompletos o desnaturalizados, debe resultar una perturbación de la que el espíritu por si mismo, y en su fuero interno, tiene conciencia perfecta; pero cuyo curso no puede por si mismo detener».

-Entonces el que está desorganizado, ¿es siempre el cuerpo y no el espíritu?

«Sí; pero es preciso no perder de vista que, del mismo modo que el espíritu obra en la materia, ésta reacciona sobre aquél hasta cierto punto, y que el espíritu puede encontrarse impresionado momentáneamente por la alteración de los órganos por cuyo medio se manifiesta y recibe sus impresiones. Puede suceder que a la larga, cuando ha durado mucho la locura, la repetición de 198 mismos actos concluya por tener en el espíritu una influencia, de la que no se libra hasta su completa separación de toda impresión material».