El Libro de los Espíritus

Allan Kardec

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231. ¿Son felices o desgraciados los espíritus errantes?

«Más o menos, según su mérito. Sufren las consecuencias de las pasiones cuyo principio han conservado, o bien son felices según están más o menos desmaterializados. En estadó errante, el espíritu entrevé lo que le falta para ser más dichoso, y entonces busca los medios para conseguirlo; pero no siempre le es permitido reencarnarse a su gusto, lo que entonces constituye un castigo».