El Libro de los Espíritus

Allan Kardec

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983. El espíritu que expía sus faltas en una nueva existencia, ¿no experimenta sufrimientos materiales, y si esto es así, es exacto decir que después de la muerte, sólo sufrimientos morales experimenta el alma?

«Es cierto que, cuando el alma está reencarnada, son un sufrimiento para ella las tribulaciones de la vida; pero sólo el cuerpo sufre materialmente.

»Con frecuencia decís del que ha muerto que ya no sufre, y esto no siempre es cierto. Como espíritu, no experimenta dolores físicos; pero, según las faltas que haya cometido, puede sentir dolores morales más agudos, y en una nueva existencia puede ser más desgraciado aún. El mal rico pedirá limosna, siendo presa de todas las humillaciones, y el que abusa de su autoridad y trata a sus subordinados con desprecio y dureza, se verá obligado a obedecer a un amo más duro aún que lo fue él. Todas las penas y tribulaciones de la vida son expiación de faltas de otra existencia, cuando no son consecuencia de las de la actual. Cuando dejéis este mundo lo comprenderéis. (273,393, 399)

»EI hombre que se cree feliz en la tierra, porque puede satisfacer sus pásiones, es el que menos esfuerzos hace para mejorarse. A menudo expía desde esta vida esa dicha efímera, pero indudablemente la expiará en otra existencia de todo punto material».