El Libro de los Espíritus

Allan Kardec

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975. ¿Los espíritus superiores comprenden la dicha del justo?

«Sí, y esto es lo que origina su suplicio, porque comprenden que están privados de ella por culpa suya. Por esto el espíritu, separado de la materia, aspira a una nueva existencia corporal; porque cada existencia, si la emplea bien, puede abreviar la duración de aquel suplicio. Entonces es cuando elige las pruebas por cuyo medio podrá expiar sus faltas; porque, sabedlo bien, el espíritu sufre por todo el mal que ha hecho, o cuya causa voluntaria ha sido, por todo el bien que hubiera podido hacer y no hizo, y por todo el mal que resulta del bien que no ha hecho.

»El espíritu errante no tiene ya velo, está como fuera de la bruma y ve lo que le aleja de la dicha, sufriendo entonces más, porque comprende cuán culpable ha sido. Para él no existe ya ilusión, sino que ve la realidad de las cosas».

El espíritu errante abarca por una parte, todas sus existencias pasadas, y por otra, ve el porvenir prometido y comprende lo que le falta para llegar a él. Tal como un viajero que ha llegado a la cumbre de la montaña, ve el camino recorrido y el que le falta que recorrer para llegar al término.