El Libro de los Espíritus

Allan Kardec

Volver al menú
820. ¿La debilidad física de la mujer no la pone naturalmente bajo la dependencia del hombre?

«Dios ha dotado a unos de fuerza para que protejan al débil, y no para que lo esclavicen».

Dios ha apropiado la organización de cada ser a las funciones que ha de desempeñiar. Si ha dado a la mujer menos fuerza física, la ha dotado al mismo tiempo de mayor sensibilidad, en relación con la de licadeza de las funciones materiales, y con la debilidad de los seres confiados a su guarda.